Donde nacen las ideas

Son miles las veces que he leído a diseñadores quejarse de los plagios. Ni es nuevo ni va a cambiar porque la creatividad no se compra. Se aprende y se educa.
Ninguna idea es totalmente nuestra, siempre cogemos retazos prestados de mil lugares que nos hacen soñar. Las patatas son patatas y los huevos, huevos. Pero la tortilla de patata no sabe igual en todos los sitios y el secreto no está en la cebolla.

Cuando las personas que pintamos, diseñamos, escribimos o creamos en cualquiera de sus formas artísticas y sacamos a la luz una de nuestras creaciones estamos dejando en ella un trocito de nuestra alma. Pero cuando copiamos tan sólo recreamos con mayor o menor acierto lo que vemos en la obra de otros, pero esa obra nunca tendrá alma. ¿ Es peor obra por eso? No lo sé, pero no es la misma. Una fotografía o un muñeco pueden ser una perfecta copia de nuestro hijo pero todos entendemos la diferencia, sólo son copias, no sueñan, no vibran, no viven.

Por eso hoy quiero compartir con vosotros de donde nacen las ideas, al menos mis ideas.

Ayer tarde estaba en la tienda y vi que tenía pocos broches, abrí la caja del fieltro y la figuritas de madera y me puse a sacarlas y combinarlas encima del mostrados ( vamos las patatas y el huevo) al final cogí los gatos de madera, probé los broches, elegí el tamaño, la posición en que colocarlos y los aparté a un lado.
Tenía 5 siluetas de gatos de madera. Saque las pinturas, siempre al agua que son menos contaminantes, elegí 3 colores y los pinté. Rojo, negro, verde.

Como veis las ideas van surgiendo, combinando, en un ambiente relajado. ¿Por qué elegí los gatos? En este caso el motivo fué que ultimamente me han encantado las imágenes de creaciones de búhos que veo a través de un seguidor de facebook, y la asociación de ideas en cabeza me llevó la los gatos no sabría explicar el porqué.
Después pinté alguna silueta más a esperas de seguir maquinando nuevas ideas.
Esta mañana una vez secas las figuras les dí una capa de barniz al agua y tras secarse probé a complementarlas ya que el resultado me parecía muy soso.
Probé con piedras, con pequeños cristales, con fieltro... y por fin con lazos de organza, probé con varios colores y... ¡idea conseguida! ¡Broche realizado! El resto ya ha sido sólo cuestión de pegar.

¿Entendeis por qué no es lo mismo comprar este broche que uno del bazar? Yo he dejado en cada figura un cachito de mi alma, pensando en quién lo podría llevar, con qué podría combinar, qué materiales utilizar que fueran lo menos contaminantes posibles.
Quizá mañana alguien copie este gato y lo venda en una tienda, en Internet o en cualquier otro sitio.



Pero ese broche no tendrá alma. El proceso de creación nos hace crecer como personas. Así que a todos los que se quejan de los plagios, respirar hondo y seguir creando. Vuestras obras tienen alma y vosotros creéis un poco más cada día con ellas.

Yo como veis seguiré creando para poder contaros de nuevo de donde nacen las ideas. Porque allí donde es donde también nacen los sueños, la ilusión, la felicidad y la utopía.